Hoy ha sido el día de Don Quijote de Granada, también conocido como Jorge Abarca Hernández, porque esta vez no ha encontrado el apoyo ni el calor de una ciudad tan hermosa como Mérida. No hemos sabido explicarles lo grande de este reto, éstos molinos que en nuestra sociedad no llegan a ver lo humano, lo solidario, lo que este reto es y significa… La culpa habrá sido nuestra. En Mérida nadie nos esperó, nadie nos recibió, tampoco pusimos el puesto de información, pues había que pedirlo por escrito. ¡Si la solidaridad no tiene burocracia! Había que llegar a ciertas horas fijas. ¡¡Pero si venimos en bicicleta!! Directos al albergue Molino de Pancaliente, ¡¡ que fiasco !! La habitación de discapacitados era un trastero de 2 camas separadas del resto. ¿Pero quién pensáis que es Jorge Abarca? Jorge es un gigante, pero enfermo de ELA, necesita de unos cuidados mínimos, su terapia, su aseo y su descanso. Un timo este albergue, nos dice que tiene habitación de discapacitados y luego nos ofrece unas instalaciones deficientes y cutres.
Ni siquiera devolvieron el dinero.
Por el camino estuvimos agrupados bastante tiempo, poco a poco vamos aprendiendo a ir juntos, que es el arte de acompañar los rápidos con los lentos.
El grupo se buscó un alojamiento adecuado a nuestras necesidades. Fernando encontró una casa rural en Mirandilla, donde hospedarnos, usamos la piscina para relajarnos de un día tenso y un poco atravesado.