Reto «16 cimas»: 12 y 13

Hooolaa chicosss, que tal!!

Llega el verano y tenemos que aprovechar para intentar subir las cimas que nos faltan en los Pirineos ahora que estarán practicamente sin nieve.
Nos desplazamos desde Granada a Barcelona en nuestro vehículo particular nuestra amiga Eugenia («Eu»), Chelo y yo mismo para reunirnos con parte de nuestra familia por esas tierras. Desde allí, al día siguiente quedaríamos en la pequeña población de Áreu, punto de partida para la primera de nuestras cimas objetivo, Pica d’Estats.

Cima 12: Pica d’Estats

Nuestra ruta se inicia en el parking de la Molinassa, pero para llegar hasta allí hay que recorrer un carril bastante tortuoso de unos 11km que no es apto para cualquier vehículo. Así que contratamos un taxi que nos llevaría hasta el punto de inicio. A las 6:30 horas del lunes 29 de julio, nos acomplamos en el taxi las tres personas ya mencionadas al principio junto con mis dos hermanas, Rosa y Mónica, sus respectivas parejas, Pedro y José Carlos, y mi sobrino David, hijo de Rosa.
Iniciamos la ruta sobre las 7:30 horas y, tras alcanzar el refugio de Vallferrera en unos 20 minutos, hay que superar una fuerte pendiente para llegar al barranco del Sotllo, incluyendo una bajada pronunciada equipada con cadenas. Seguidamente alcanzamos el río Sotllo que atravesamos por el puente de la Socalma. El sendero asciende en paralelo a este río, con algunas trepadas fáciles hasta llegar a la primera de las lagunas, Estany del Sotllo, que nos llevó unas tres horitas. Y algo más en alcanzar la segunda, Estany d’Estats, desde la que podíamos ver ya nuestro pico y lo que había que subir para alcanzar el collado del Sotllo, la famosa tartera.
En este punto quedamos que sólo intentaremos alcanzar la cima mi amiga Eu, mi sobrino David y yo. El resto esperaría un tiempo prudencial en la laguna y se darían la vuelta.

Ascenso a la Pica

Tras dejar atrás el Estany d’Estats ya podíamos observar la subida que nos esperaba para alcanzar el collado de Sotllo, conocida como la tartera. Casi dos horas nos costó llegar al collado a Eu y a mí subiendo por una fuerte pendiente de piedras sueltas. A David ya no lo veríamos hasta la cumbre.

En el collado de Sotllo teníamos que decidir si seguir por el camino habitual, descendiendo por la zona francesa y bordeando el pico, o tirar recto por la cresta que alcanza el pico Verdaguer y seguidamente la Pica d’Estats. Elegimos esta segunda opción para no perder altitud que habría que recuperar mas adelante.
Subiendo por donde nos parecía más adecuado y pasando algunos apuros en algún momento alcanzamos la cima del pico Verdaguer en algo más de una hora. Desde la misma podíamos ver perfectamente nuestro objetivo ya muy asequible. Una pequeña bajadita y último repecho hasta llegar a la Pica d’Estats. Nuestra cima número doce ya conseguida en homenaje a Jorge Abarca y #PorUnMundoSinELA

La vuelta

Para regresar optamos por dar el rodeo por la zona francesa. Así que nos esperaba una fuerte bajada en la que encontramos algunos neveros que utilizamos para recortar camino y otra subida al collado de Sotllo por el otro lado, donde divisamos bastantes cabras monteses.
La bajada de la tartera fue igual de dificultosa que la subida, un descenso infinito hasta alcanzar el Stany d’Estats donde nos refrescamos nuestros pies doloridos. Desde ahí hasta el refugio de Vallferrera por el mismo trazado que la ida. Ya sin ninguna parada más.
A David lo perdimos antes de llegar al collado de Sotllo y ya no lo vimos hasta llegar al refugio. Llegaría casi dos horas antes que nosotros.

Vídeo resumen creado con la app Relive

Cima 13: Aneto

Nos trasladamos desde Áreu hasta Benasque pasando por Vielha para cambiar la batería del coche de mi cuñado Pedro con el que hacíamos los desplazamientos. Nos dejan Mónica, José Carlos y David que deben regresar a Barcelona pues no disponen de más días libres. En Benasque aprovechamos para descansar ya que en dos jornadas tocaba la ascensión del Aneto.
Después del día de relajación, camino de Llanos del Hospital, hicimos un alto para visitar las Gorgas de Alba. Unas espectaculares cascadas de agua sobre el río Ésera muy cerquita de Benasque.

Subida al Aneto

Llegó el momento, desayuno a las 5 de la mañana pues pretendo coger el bus de las 5:30 hacia la Besurta para iniciar el recorrido temprano. Debido a la posible dificultad técnica por el uso de crampones y piolet para atravesar el glaciar del Aneto, no me acompaña nadie en esta subida.
En el bus solo estábamos cuatro personas, tres que iban a bordear el Aneto y yo a subirlo. Nada más llegar a la Besurta, todavía sin apenas luz, la conductora del autobús nos grita diciendo que alguien se había dejado la cartera en el mismo. Si, era la mía, no sabía si sería un mal augurio por casi perder la cartera o uno bueno por no perderla.
De las dos alternativas que había para subir el Aneto por su zona norte, elegí la del Salterillo por recomendación de los guardas del parque pues en verano el glacial pierde la nieve y se queda con el hielo primitivo muy duro. Así que me puse en marcha hacia el Ibón del Salterillo, pasando por el refugio de la Renclusa, collado del mismo nombre y subida hasta este en un par de horas. Desde este lugar se podía apreciar mi objetivo bastante lejano y debiendo sortear hasta llegar a la nieve un gran desnivel con inmensas rocas graníticas que me llevó algo más de dos horas.
Ya en la nieve, me equipo con los crampones para atravesar el glaciar y llegar hasta la precima directamente, sin pasar por el collado Coronas. Mi sorpresa fue encontrar mucha nieve todavía y ya bastante blanda por lo que se hizo algo más dura la travesía, pero finalmente alcancé la precima y, ya sin crampones, con una sola persona subiendo en ese momento junto a mí, llegamos al famoso paso de Mahoma. Esta persona se ofreció a pasar primero al saber que era la primera vez que subía este pico, pero le dije que no hacía falta. Me lancé con confianza y, sin problema, llegué hasta la cima. Objetivo cumplido.
Esta misma persona, por cierto, la única en la cima conmigo cuando decidí realizar el homenaje a Jorge Abarca, fue la que se encargó de grabar emocionado el vídeo en el que grito #PorUnMundoSinELA y esparzo cenizas de mi hermano en lo más alto de Aragón.

El regreso

La vuelta la tenía prevista por la misma ruta ya que había quedado con la familia en el Ibón del Salterillo para volver juntos desde ahí. Sin embargo, ya cuando a la ida pasé por este lugar, me supuse que iba a ser difícil que alcanzaran el sitio de encuentro por la dureza de la subida. Así que decidí bajar hacia donde ellos podían estar, la zona de la cascada de Aigualluts. Pero por más que miraba durante la bajada no los veia por ningún lado y opté por seguir hasta la Besurta a lo largo del río Ésera.
Allí esperé hasta la llegada del bus de regreso a Llanos del hospital preguntando a la gente si había visto un grupo de cuatro personas con camisetas que tenían impresa la foto de Jorge Abarca, sin resultado. Cuando llegó el bus también pregunté al conductor con el mismo resultado por lo que tenía prisa por llegar al hotel por si estuvieran ya allí o por lo menos tener cobertura para llamar con el móvil porque en toda la zona no había nada de cobertura móvil.
Con la intranquilidad de conocer el paradero de mis familiares intenté contactar con el refugio de la Renclusa por si estuvieran esperándome allí, pero no cogían el teléfono. Tras una larga hora de incertidumbre, finalmente vi aparecer en el móvil un mensaje de ellos indicando que volvían en el autobús y que sabían que yo estaba de vuelta porque se lo habían comunicado personas con las que me había cruzado. Cuando por fin nos vimos pudimos celebrar la conquista de nuestra cima número 13.

Vídeo resumen creado con la app Relive

Nuestras metas