Tal vez una de las etapas más asequibles, pues aunque tiene subibajas se hace muy llevadera. A veces parece más fácil y lo hacemos difícil corriendo como locos -esto lo dice el redactor porque siempre es él que se queda atrás-. Llevamos unos días que el aire no nos deja marchar cómodos, estas llanuras nos dejan al descubierto y estamos a su merced.
A Zamora llegamos con contactos realizados con su ayuntamiento que nos espera y recibe. También nos apoya logísticamente con su albergue municipal donde nos alojan. El gabinete municipal había informado y comunicado a los medios locales nuestra llegada y, desde el día anterior, la edición digital de la Opinión de Zamora informaba sobre nuestro reto. Entramos por una zona peatonal hasta la plaza Sagasta donde Chelo y Rosa habían instalado el puesto informativo sobre la ELA y el Reto de Jorge. Allí nos recibieron Laura Rivera, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zamora junto con David y Concha del Gabinete de la Alcaldía. Se interesaron por nuestras necesidades y nos dieron información útil para disfrutar de su ciudad, que celebraba la fiesta de la Concha por lo que estaba muy concurrida. Varios medios de comunicación entrevistaron a Jorge allí mismo. Laura se despidió, no sin antes disfrutar de una cerveza y del arroz zamorano junto a nosotros y Concha y David.
En el albergue municipal coincidimos con muchos peregrinos. Se llenó el albergue. Allí mismo comimos de las chacinas que aún teníamos de Edu y de Baños de Montemayor. Conocimos a Juanlu de Cai, un peregrino con bici que nos habíamos cruzado ya varias veces por el camino. Nos preguntó por el reto y nos habló de la Fé en Dios que para él representaba mucho. Es un gran tipo, tanto por su corpulencia como por lo buena persona que es. Le cuesta hacer el camino pero avanza metro a metro. Nos cantó una canción que nos emocionó a todos y que había dedicado a Paloma, una monja enferma de cáncer. En facebook lo podéis encontrar como Juanlu Cai.
Por la tarde nos paseamos por al ciudad, visitamos las murallas, su castillo, incluso el museo de Ciudad Medieval y los hermosos rincones zamoranos. Cuando volvimos al albergue, Juanlu había preparado una grandísima cazuela de lentejas que estaban buenísimas y nos entonó la noche. Gracias Juanlu Montes, buen camino. Gracias también a las hospitaleras del albergue por su apoyo y donativo al reto.